Con la llegada de las altas temperaturas, nuestro cuerpo se adapta para regular el calor mediante el sudor. Sin embargo, este mecanismo puede provocar diversas afecciones en la piel, especialmente cuando la humedad, la fricción y la falta de ventilación se combinan. Una zona particularmente sensible a estas condiciones es el área genital, donde la piel es más delgada y permanece cubierta la mayor parte del tiempo. Conocer estas afecciones es clave para prevenir complicaciones y mantener una buena salud íntima.
¿Cómo afecta el calor a la piel?
El calor excesivo genera sudoración abundante. Cuando el sudor no se evapora con facilidad, puede obstruir los poros, favorecer la proliferación de bacterias y hongos, e irritar la piel. Las zonas más propensas a sufrir por el calor son aquellas donde hay pliegues, roce constante o poca ventilación: axilas, cuello, entrepierna y, por supuesto, los genitales.
Afecciones comunes causadas por el calor
1. Sudamina o sarpullido por calor
También conocida como miliaria, esta afección aparece cuando los conductos sudoríparos se bloquean. Se presenta como un sarpullido de pequeñas ampollas o granitos rojos que causan picazón o ardor. En la zona genital, puede aparecer en el pubis, la ingle o entre los pliegues del escroto o los labios mayores.
2. Intertrigo
Es una inflamación de la piel en áreas donde hay fricción entre superficies húmedas. Es común entre los muslos, bajo los senos y en la ingle. En los genitales puede causar enrojecimiento, mal olor y sensación de ardor, y si no se trata a tiempo, puede sobreinfectarse con hongos como la Candida albicans.
3. Infecciones micóticas
El calor y la humedad son el ambiente ideal para los hongos. En la región genital, la tiña crural (conocida como tinea cruris) es una infección por hongos que provoca picazón, manchas rojizas con bordes elevados y descamación en la ingle y los muslos. Es más común en hombres, pero también puede afectar a mujeres.
4. Foliculitis
Es la inflamación de los folículos pilosos, que puede deberse al calor, el sudor o la fricción con la ropa ajustada. Se manifiesta como pequeños granos con pus que pueden causar dolor o picor. En el área genital suele estar relacionada con el afeitado y el uso de ropa interior sintética.
5. Dermatitis por contacto
El sudor puede alterar el pH de la piel, facilitando reacciones alérgicas o irritativas por el contacto con ciertos tejidos, jabones, detergentes o lubricantes. En la zona íntima, esto puede provocar enrojecimiento, ardor y descamación.
Prevención y cuidados
- Mantén la zona genital limpia y seca. Lava con agua y un jabón suave, y seca completamente antes de vestir.
- Usa ropa interior de algodón. Los tejidos naturales permiten una mejor transpiración.
- Evita ropa ajustada. Reduce la fricción y mejora la circulación del aire.
- Cambia la ropa húmeda rápidamente. Especialmente después de hacer ejercicio o sudar en exceso.
- Utiliza talcos o cremas específicas. Solo si están recomendadas por un especialista, ya que no todos los productos son adecuados para el área genital.
- Consulta al dermatólogo o ginecólogo. Si notas irritaciones persistentes, picazón o secreciones anormales.
El calor no solo afecta nuestra comodidad general, sino que también puede tener un impacto significativo en nuestra piel, incluso en las zonas más íntimas. Estar informados, cuidar la higiene personal y reconocer los primeros signos de afecciones nos permite actuar a tiempo y evitar complicaciones mayores. La salud genital también merece atención durante el verano.